Introducción
Se
ha cuestionado sobre el papel que afrontan entre sí la fe (Religión) y la razón
(Ciencia). Sin ir muy lejos, en nuestro diario estudio, observamos como las
enseñanzas de los profesores a los alumnos, se enfrentan y a la vez se
complementan y perfeccionan con las creencias religiosas. El proceso de evolución,
la creación del universo y el inicio de la vida en el planeta, son claros
ejemplos de estas oposiciones intelectuales y espirituales. Así como los
griegos perseguían lo bueno, lo verdadero y bello de un modo armónico y
fusionado, la Modernidad separa lo verdadero (Ciencia), de lo bueno (Religión)
y de lo bello (Arte), separa, inteligencia, voluntad y sensibilidad. Y esa
separación se convierte en oposición en el caso de Ciencia y Religión.
Desarrollo
Concepto
de religión
Es
el cúmulo de creencias, sin demostración científica, basadas en la fe, sobre el
origen del mundo y de la vida como creación divina, y las prácticas o culto
destinadas a venerar a ese Dios o Dioses responsables de lo creado, compartidas
por un grupo humano.
A
partir de este sentimiento e
ideas compartidas sobre el origen sobrenatural y el reconocimiento del
mundo como creación divina, las religiones se organizaron y establecieron
normas a cumplir por los fieles para agradar a la divinidad, y generalmente
obtener un sistema de recompensas y castigos, en la vida terrena (en la Edad Media,
por ejemplo, las enfermedades y epidemias eran consideradas castigos de Dios) o
ultra terrena, como el paraíso o el infierno.
Definición
de Ciencia
Desde los orígenes de la humanidad nuestra especie ha perseguido afanosamente el conocimiento, intentando catalogarlo y definirlo a través de conceptos claros y bien diferenciables entre sí. En la antigua Grecia, los estudiosos decidieron establecer un concepto que permitiera englobar los conocimientos, la ciencia.
Es
necesario aclarar previamente que se llama conocimiento a un conjunto de
información adquirida a través de la experiencia o de la introspección y que
puede ser organizado sobre una estructura de hechos objetivos accesibles a
distintos observadores. Se denomina ciencia a ese conjunto de
técnicas y métodos que se utilizan para alcanzar tal conocimiento. El vocablo
proviene del latínscientia y, justamente, significa conocimiento.
Recordemos
a Giordano Bruno, 1548-1600, filósofo, cura, cosmólogo y ocultista, quien
propuso la idea de un universo infinito y homogéneo. Bruno fue quemado vivo por
hereje por la Santa Inquisición Romana y hoy se le considera como el primer
mártir de la ciencia.
Asimismo,
Galileo, astrónomo, matemático y físico, quien buscó una nueva vía de
razonamiento y un lenguaje diferente que separare el mundo científico del
dominio del catolicismo, publicó en 1632 la teoría helio centrista, contraria a
las enseñanzas de la Iglesia católica; fue convicto como hereje por el Papa
Urbano VII y condenado a vivir en su casa por cárcel hasta su muerte en 1642.
El caso fue reabierto en 1992 por el Papa Juan Pablo II cuando Galileo fue
finalmente absuelto del delito de herejía 350 años después.
La
posición de Galileo estableció para la posteridad que la ciencia es una entidad
independiente y no puede ser controlada por ningún elemento de la sociedad.
El
renacimiento de la medicina científica, encabezado por las universidades de
Salerno, Bolonia y Padua en Italia, que a pesar del control absoluto del
catolicismo sobre todo lo científico, le dio oportunidades a profesores y
alumnos católicos, judíos, protestantes y musulmanes, permitiendo que la
ciencia se abriera camino independientemente fuera del control del religioso,
dando lugar a que las ideas liberales de los científicos florecieran.
San
Agustín advirtió del peligro que presentaban los religiosos ignorantes en
ciencias y agregó que la interpretación de los pasajes bíblicos debía ser hecha
de acuerdo con el estado actual del conocimiento.
Modernamente,
la lucha continúa y el debate actual entre la ciencia y la religión está
dirigido, en parte, a las decisiones científicas y médicas, aun cuando son
hechas a conciencia, con buen juicio y apoyándose en evidencias sólidas. Se
debaten interminablemente el uso de los anticonceptivos, el aborto terapéutico,
la eutanasia, el uso de las células madre, la vacuna contra el cáncer uterino y
en el futuro se debatirán los nuevos temas científicos por falta de
conocimiento científico de los clérigos, los extremistas religiosos, los
seudocientíficos y otros interesados.
En
el siglo XVII cuando la ciencia empieza a desarrollarse, muchos científicos
(Kepler, Bacon, Boyle, Newton entre otros) creían que el progreso científico
apoyaría el sentimiento religioso del ser humano: efectivamente el conocimiento
del Universo ensalza la obra de su creador y por lo tanto el progreso de la
ciencia acerca a la humanidad hacia Dios. Newton, por ejemplo estaba convencido
que profundizando en la ciencia se conseguía entender mejor a Dios, es decir,
no veía conflicto entre la Revelación y la Naturaleza.
Sin
embargo, en la actualidad a ojos de una gran parte de la población este
progreso ha jugado un papel esencial en el olvido creciente de la religión, e
incluso algunos científicos señalan también que religión y ciencia son
completamente incompatibles e incluso hay quien considera a la religión el
enemigo de la ciencia. Evidentemente no existen pruebas de esta aseveración. Probablemente
este declive de la religión no sea un problema eminentemente científico sino
que responde a diferentes factores entre los que los cambios tecnológicos,
económicos, sociales y políticos tienen también un papel importante.
Ciertos
grupos religiosos han sido especialmente críticos con la ciencia e incluso han
impedido su avance. Son conocidas las posturas de la Iglesia Católica Romana
frente a científicos de la talla de Galileo, Darwin e incluso más recientemente
Teillhard de Chardin.
La
religión proporciona tradicionalmente a la humanidad unas comunidades con
valores sociales, éticos y morales, como aspectos de la experiencia humana que
la ciencia no puede ni debe ofrecer, por lo tanto en un principio religión y
ciencia coexisten y han de ser complementarios para el bien de la humanidad;
sin embargo esta coexistencia y complementariedad han sido utilizadas por los
científicos para tender un puente ente religión y ciencia y hacer una
interpretación religiosa de ésta última y en definitiva para integrar una con
otra. Todos estos intentos no han conseguido solucionar los tópicos más
importantes de la frontera entre religión y ciencia, como por ejemplo en el
mundo médico la forma en que las diferentes religiones tratan temas como la
clonación, la terapia génica, e incluso la eutanasia o la buena muerte.
Conclusión
Tanto
la religión como la ciencia son fundamentales en nuestra civilización y no
pueden dejarse en manos del científico beato o del biólogo ateo. Es conveniente
que existan científicos con diferente forma de pensar, con diversas actitudes
religiosas ante la vida de forma que la confrontación, coexistencia y
colaboración de religión y ciencia proporcione al milenio que viene un
enriquecimiento de los valores de la experiencia humana.
1.¿Cuál es tu opinión sobre la religión y la ciencia?
2. Giordano Bruno, ¿Cómo fué considerado al respecto de éste debate?
3.¿Qué diferencias encuentras entre ambos pensamientos?
4. Año en que la ciencia se desarrollo con mayor fuerza...
Salvador Cerón
Fuente
http://html.rincondelvago.com/ciencia-y-religion.html
http://deconceptos.com/ciencias-sociales/religion
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