domingo, 24 de abril de 2016

Diferencias. Religión/Ciencia


Introducción
Se ha cuestionado sobre el papel que afrontan entre sí la fe (Religión) y la razón (Ciencia). Sin ir muy lejos, en nuestro diario estudio, observamos como las enseñanzas de los profesores a los alumnos, se enfrentan y a la vez se complementan y perfeccionan con las creencias religiosas. El proceso de evolución, la creación del universo y el inicio de la vida en el planeta, son claros ejemplos de estas oposiciones intelectuales y espirituales. Así como los griegos perseguían lo bueno, lo verdadero y bello de un modo armónico y fusionado, la Modernidad separa lo verdadero (Ciencia), de lo bueno (Religión) y de lo bello (Arte), separa, inteligencia, voluntad y sensibilidad. Y esa separación se convierte en oposición en el caso de Ciencia y Religión.
Desarrollo
Concepto de religión

Es el cúmulo de creencias, sin demostración científica, basadas en la fe, sobre el origen del mundo y de la vida como creación divina, y las prácticas o culto destinadas a venerar a ese Dios o Dioses responsables de lo creado, compartidas por un grupo humano.

A partir de este sentimiento e ideas compartidas sobre el origen sobrenatural y el reconocimiento del mundo como creación divina, las religiones se organizaron y establecieron normas a cumplir por los fieles para agradar a la divinidad, y generalmente obtener un sistema de recompensas y castigos, en la vida terrena (en la Edad Media, por ejemplo, las enfermedades y epidemias eran consideradas castigos de Dios) o ultra terrena, como el paraíso o el infierno.

Definición de Ciencia

Desde los orígenes de la humanidad nuestra especie ha perseguido afanosamente el conocimiento, intentando catalogarlo y definirlo a través de conceptos claros y bien diferenciables entre sí. En la antigua Grecia, los estudiosos decidieron establecer un concepto que permitiera englobar los conocimientos, la ciencia.
Es necesario aclarar previamente que se llama conocimiento a un conjunto de información adquirida a través de la experiencia o de la introspección y que puede ser organizado sobre una estructura de hechos objetivos accesibles a distintos observadores. Se denomina ciencia a ese conjunto de técnicas y métodos que se utilizan para alcanzar tal conocimiento. El vocablo proviene del latínscientia y, justamente, significa conocimiento.

Recordemos a Giordano Bruno, 1548-1600, filósofo, cura, cosmólogo y ocultista, quien propuso la idea de un universo infinito y homogéneo. Bruno fue quemado vivo por hereje por la Santa Inquisición Romana y hoy se le considera como el primer mártir de la ciencia.
Asimismo, Galileo, astrónomo, matemático y físico, quien buscó una nueva vía de razonamiento y un lenguaje diferente que separare el mundo científico del dominio del catolicismo, publicó en 1632 la teoría helio centrista, contraria a las enseñanzas de la Iglesia católica; fue convicto como hereje por el Papa Urbano VII y condenado a vivir en su casa por cárcel hasta su muerte en 1642. El caso fue reabierto en 1992 por el Papa Juan Pablo II cuando Galileo fue finalmente absuelto del delito de herejía 350 años después.
La posición de Galileo estableció para la posteridad que la ciencia es una entidad independiente y no puede ser controlada por ningún elemento de la sociedad.
El renacimiento de la medicina científica, encabezado por las universidades de Salerno, Bolonia y Padua en Italia, que a pesar del control absoluto del catolicismo sobre todo lo científico, le dio oportunidades a profesores y alumnos católicos, judíos, protestantes y musulmanes, permitiendo que la ciencia se abriera camino independientemente fuera del control del religioso, dando lugar a que las ideas liberales de los científicos florecieran.
San Agustín advirtió del peligro que presentaban los religiosos ignorantes en ciencias y agregó que la interpretación de los pasajes bíblicos debía ser hecha de acuerdo con el estado actual del conocimiento.
Modernamente, la lucha continúa y el debate actual entre la ciencia y la religión está dirigido, en parte, a las decisiones científicas y médicas, aun cuando son hechas a conciencia, con buen juicio y apoyándose en evidencias sólidas. Se debaten interminablemente el uso de los anticonceptivos, el aborto terapéutico, la eutanasia, el uso de las células madre, la vacuna contra el cáncer uterino y en el futuro se debatirán los nuevos temas científicos por falta de conocimiento científico de los clérigos, los extremistas religiosos, los seudocientíficos y otros interesados.


En el siglo XVII cuando la ciencia empieza a desarrollarse, muchos científicos (Kepler, Bacon, Boyle, Newton entre otros) creían que el progreso científico apoyaría el sentimiento religioso del ser humano: efectivamente el conocimiento del Universo ensalza la obra de su creador y por lo tanto el progreso de la ciencia acerca a la humanidad hacia Dios. Newton, por ejemplo estaba convencido que profundizando en la ciencia se conseguía entender mejor a Dios, es decir, no veía conflicto entre la Revelación y la Naturaleza.
Sin embargo, en la actualidad a ojos de una gran parte de la población este progreso ha jugado un papel esencial en el olvido creciente de la religión, e incluso algunos científicos señalan también que religión y ciencia son completamente incompatibles e incluso hay quien considera a la religión el enemigo de la ciencia. Evidentemente no existen pruebas de esta aseveración. Probablemente este declive de la religión no sea un problema eminentemente científico sino que responde a diferentes factores entre los que los cambios tecnológicos, económicos, sociales y políticos tienen también un papel importante.
Ciertos grupos religiosos han sido especialmente críticos con la ciencia e incluso han impedido su avance. Son conocidas las posturas de la Iglesia Católica Romana frente a científicos de la talla de Galileo, Darwin e incluso más recientemente Teillhard de Chardin.
La religión proporciona tradicionalmente a la humanidad unas comunidades con valores sociales, éticos y morales, como aspectos de la experiencia humana que la ciencia no puede ni debe ofrecer, por lo tanto en un principio religión y ciencia coexisten y han de ser complementarios para el bien de la humanidad; sin embargo esta coexistencia y complementariedad han sido utilizadas por los científicos para tender un puente ente religión y ciencia y hacer una interpretación religiosa de ésta última y en definitiva para integrar una con otra. Todos estos intentos no han conseguido solucionar los tópicos más importantes de la frontera entre religión y ciencia, como por ejemplo en el mundo médico la forma en que las diferentes religiones tratan temas como la clonación, la terapia génica, e incluso la eutanasia o la buena muerte.
Conclusión

Tanto la religión como la ciencia son fundamentales en nuestra civilización y no pueden dejarse en manos del científico beato o del biólogo ateo. Es conveniente que existan científicos con diferente forma de pensar, con diversas actitudes religiosas ante la vida de forma que la confrontación, coexistencia y colaboración de religión y ciencia proporcione al milenio que viene un enriquecimiento de los valores de la experiencia humana.

1.¿Cuál es tu opinión sobre la religión y la ciencia?
2.  Giordano Bruno, ¿Cómo fué considerado al respecto de éste debate?
3.¿Qué diferencias encuentras entre ambos pensamientos?
4. Año en que la ciencia se desarrollo con mayor fuerza...

Salvador Cerón 

Fuente 
http://html.rincondelvago.com/ciencia-y-religion.html
http://deconceptos.com/ciencias-sociales/religion

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